La acupuntura (del lat. acus: aguja , y pungere: punción) es una
técnica de medicina tradicional china que trata de la
inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo con el
objetivo de restaurar la salud y el bienestar en el paciente. Forma parte de las
llamadas medicinas alternativas, las cuales se caracterizan por su limitada
evidencia clínica en estudios científicos. Aparte de insertar las agujas de
acupuntura y rotarlas para tonificar o dispersar, los acupuntores también
utilizan las moxas. La técnica más extendida es un puro o cono de artemisa que
se enciende para calentar el punto o bien se corta un trozo y se coloca en el
mango de la aguja, dejando que se consuma totalmente. Los acupuntores utilizan
ampliamente esta técnica para el tratamiento del dolor.
La definición y la caracterización de estos puntos acupunturales está estandardizada
actualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante una
nomenclatura estandarizada que agrupa a las grandes tradiciones de la acupuntura,
aunque no se corresponde completamente con un sólo patrón de puntos tradicional.
La OMS ha publicado documentos y guías para animar los estudios clínicos de
esta disciplina médica como un camino para validar la acupuntura, mejorando
su aceptación por la medicina moderna y así extendiendo su uso como una simple,
barata y efectiva opción terapéutica.. En esta línea la propia OMS divulga
resultados de ensayos clínicos desde hace varios años. Desde 1979 reconoce la
acupuntura como eficaz para el tratamiento de al menos 49 enfermedades y
desórdenes, lista que se ha ampliado gracias a la investigación en los años
siguientes.
El 16 de noviembre de 2010, la Unesco declaró
la acupuntura y la moxibustión chinas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad
Acupuntura asiática
La acupuntura es originaria de China y es posiblemente la
práctica más comúnmente asociada con la medicina tradicional china aunque diversos
tipos de acupuntura (japonesa, coreana, y la acupuntura china clásica) se
practican y se enseñan actualmente en todo el mundo. La Medicina Tradicional
China está muy influenciada por su filosofía, sobre todo, por los primeros
conceptos filosóficos que aparecieron en Oriente, como el confucionismo, muy
racional, que considera al hombre por sus méritos y no por su origen, dándole
mucha importancia al papel que ocupa el hombre en la sociedad; el taoísmo, que
tiene una concepción muy positiva de la naturaleza, dejando que el hombre viva
en armonía con ella, meditando sobre el constante movimiento del universo, de
la vida y de la muerte, de lo material y de lo inmaterial; y también el
budismo, que pretende llegar a un "estado" de conocimiento que nos
libere del sufrimiento, siendo sus principales bases la tolerancia y la
confianza en sí mismo.
Los chinos conciben el mundo como
un todo que se relaciona entre sí, al igual que el cuerpo humano, cuyos órganos
y entrañas no funcionan aislados. La Medicina Tradicional China se basa en los
zang-fu (órganos-entrañas) teniendo en cuenta la globalidad del organismo; y
los cinco elementos, basados en la idea de que no existe nada aislado e
inamovible, teniendo entre ellos una relación de producción, dominación,
agresión e insulto, y otra relación de correspondencia entre ellos y el resto
de las cosas. Los cinco elementos son: madera, fuego, tierra, metal y agua. De
acuerdo con la concepción china, la energía vital (ch'í, o qi) fluye por el
cuerpo a lo largo de meridianos, canales o vías de comunicación,
llamados en chino king. El número de king ordinarios es
correlativo al de los doce órganos, más los dos vasos extraordinarios
permanentes: el de la concepción (en la línea media corporal frontal), y el
vaso gobernador (en la línea media corporal dorsal), además de los llamados extraordinarios.
Tenemos 361 puntos dentro de los 14 meridianos, llamados Jing Xue; también
existen puntos fuera de los meridianos o puntos curiosos, llamados Qi Xue; y,
finalmente, los puntos dolorosos o Ashi Xue.
En total, la medicina tradicional
china identifica doce canales o vías de comunicación principales que se
corresponden con los órganos vitales del cuerpo humano: pulmones,
intestino
grueso, intestino delgado, bazo-páncreas,
corazón,
riñones,
vejiga,
sistema cardiovascular, vesícula
biliar, hígado, vaso de la concepción, vaso gobernante y triple
calentador.
La medicina tradicional china
distingue órganos
de vísceras:
los órganos difieren de las vísceras por el hecho de que la ablación o lesión
masiva de las vísceras no provoca el inmediato deceso, mientras que la ablación
o lesión masiva de los clasificados como órganos implica la casi inmediata muerte del
individuo; de tal modo el corazón está clasificado como órgano, y el estómago
como víscera.
Mediante la inserción de finas
agujas en puntos específicos o resonadores (llamados en chino xue) de
cada meridiano se equilibra la energía trastornada en el órgano que lo rige. El
trastorno puede producirse por la incidencia tanto de factores externos como
internos que pueden desembocar en enfermedades. La teoría tradicional china
considera que la enfermedad es un desequilibrio de las dos modalidades de la
citada ch'í: la modalidad yin, y la modalidad yang (vea yin-yang);
la operatoria sobre los puntos acupunturales intenta reequilibrar la energía,
ya sea estimulando en los puntos, o -por el contrario- produciendo depresión en
estos.
Para llegar a un diagnóstico,
aparte de un extenso interrogatorio, también se lleva a cabo una precisa
observación de la lengua, el pulso y el aspecto general del cuerpo. Los
expertos en acupuntura utilizan la pulsología como método de diagnosis:
de acuerdo a este sistema, cada órgano y cada víscera tendría una pulsación
específica en tres modalidades (superficial, media y profunda).
Según sus partidarios la acupuntura
es apropiada para el tratamiento de un amplio abanico de patologías, destacando
su uso en hernia discal, alergias,
procesos inflamatorios o infecciones gripales, entre otras
afecciones, es además importante destacar su uso como analgésico, e incluso
para reducir el dolor en procedimientos quirúrgicos. La Medicina Tradicional
China, y por tanto la acupuntura, es sobre todo una medicina preventiva. En la
antigüedad, los médicos chinos, cobraban por mantener sanos a sus pacientes y
cuando estos enfermaban, los médicos dejaban de percibir su salario, además de
padecer un gran desprestigio. De manera general, la Organización Mundial de la
Salud (OMS)
reconoce a la acupuntura como complemento eficaz para un variado espectro de
enfermedades, especialmente de carácter crónico. Por otra parte, este tipo de
terapia implica para el paciente el poder reducir la ingesta de fármacos así como significa una ayuda para la reducción del dolor
en procedimientos quirúrgicos.
Actualmente, la acupuntura es
ofertada como prestación sanitaria, dentro de los sistemas nacionales de salud
en China, Vietnam
y Cuba.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la acupuntura solo debe realizarse bajo
supevisión de un médico titulado que haya cursado capacitación superior en
Acupuntura. Según esta misma organización, dada la "acción
reguladora" de la acupuntura, es difícil establecer contraindicaciones
absolutas para esta forma de terapia. Sin embargo, por razones de seguridad,
hay que evitarla en diversas situaciones, así como debe aplicarse con
precaución en otras. La acupuntura puede inducir el parto en caso de embarazo,
y se han de aplicar precauciones en urgencias médicas, afecciones quirúrgicas,
tumores malignos y trastornos hemorrágicos
La introducción de la acupuntura en Occidente
En Oriente, la eficacia de la
acupuntura es admitida e históricamente no ha sido puesta en duda. La
acupuntura es ampliamente utilizada en la medicina China desde hace más de
dos milenios, siendo hasta el principal componente en esta medicina que mayor
cantidad de pacientes cuenta en la actualidad. En Europa las
primeras nociones e informes de prácticas acupunturales parecen haberse
iniciado a mediados del siglo XVIII; en el siglo XIX
el médico alemán
Baumscheidt ideó
independientemente una terapia semejante a la de la acupuntura china. A tal
terapia se le ha conocido como baumscheidtismo. En el
pasado, el debate sobre si la acupuntura era verdaderamente eficaz o sólo un
placebo, ha sido tema de arduas discusiones científicas, médicas y filosóficas.
En la segunda mitad de siglo XX, en Europa se realizaron varias teorizaciones
científicas para explicar los procesos fisiológicos involucrados en la
acupuntura. Corresponde mencionar, por lo menos, la teoría de Pinchevsky,
y la teoría del médico sueco Nordenstrøm.
Los científicos han efectuado
revisiones más recientes de ensayos clínicos existentes según los protocolos de
la medicina basada en la evidencia. Un estudio científico publicado en el British
Medicine Journal, ha encontrado evidencias de su eficacia en el tratamiento
del dolor con mujeres embarazadas. Hay evidencias para el tratamiento de las
náuseas y del dolor de espalda, sobre todo, para la mayoría de dolores
crónicos. Hasta ahora, las observaciones no han concluido que haya una
evidencia suficiente, para determinar si la acupuntura es eficaz en el resto de
enfermedades. Organización Mundial de la Salud,
el Centro Nacional
de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM en inglés) del
Instituto Nacional de la Salud NIH, en Estados Unidos o La Asociación Médica Americana (AMA) han elaborado informes al
respecto. La Acupuntura por tanto está siendo situada en Occidente como una
opción terapéutica indicada para un abanico determinado de dolencias y se
imparte actualmente con normalidad como Master en las principales universidades
de Europa y Estados Unidos. La técnica de la Acupuntura 'no es inocua, por lo
que debe ser realizada por personal cualificado'. Hay estudios sobre diversos
casos de problemas tras tratamientos de acupuntura. No obstante ninguno de los
estudios realizados cumplen la característica de comparar el efecto de la
acupuntura frente a placebo.
A pesar de que la Acupuntura ya es
impartida en Universidades europeas y americanas, existe un movimiento crítico
de carácter escéptico que afirma no se ha ofrecido pruebas de la existencia de
los fenómenos en los que se fundamenta, tales como que el origen de las
enfermedades se basan en un desequilibrio del ch'í, la existencia de
dicho elemento y la naturaleza de la energía de la que supuestamente está
constituido, entre otros. Consideran que los estudios de los que se dispone en
favor de su eficacia son insuficientes y de baja calidad. En 1998 fue avalada
en los EE. UU.
por un consenso nacional publicado en el Journal of American Medical
Association, concluyendo que en algunas dolencias, puede resultar beneficioso,
aunque no cabe descartarse el efecto placebo. Otros
estudios en cambio muestran lo contrario al elevar su eficacia por encima de
los tratamientos convencionales. En 1999 en México, se abre el primer posgrado
universitario -Especialización en Acupuntura y Fitoterapia- en la Universidad
Autónoma Metropolitana para formar recursos humanos con formación previa en
medicina ortodoxa para la aplicación de la acupuntura moderna basada en
evidencias y en experimentación científica. Recientemente en el año 2010 el
Instituto Polítecnico Nacional aprobo mediante el CINESTAV el posgrado:
"Especialidad en Acupuntura humana".
En América del Sur, el año 2003 La
Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile comienza a
impartir el primer Curso de Post grado del Cono Sur,"Diplomado de Medicina
Tradicional China con Mención en Acupuntura". El 2011 en la misma
universidad se autoriza el "Post Título en Acupuntura". El año 2007
el neurólogo chileno Alex Flores, organiza los primeros "Servicios de
Acupuntura" Hospitalarios integrativos, funcionando a la par con el equipo
de salud oficial, en los Hospitales de Carabineros, Militar y Dipreca de
Santiago de Chile. Los Institutos de Medicina Tradicional China: Nacional,
Latinoamericano, Internacional y San Bao de Chile comienzan a impartir la
enseñanza de esta medicina según los lineamientos de la OMS. El año 2008 el
Ministerio de Salud de Chile a través del Decreto Supremo N° 123 reconoce y
regula oficialmente el ejercicio de la Acupuntura en el país.
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