TANATOLOGÍA


Disciplina Científica cuya finalidad principal es CURAR el dolor de la muerte y el de la desesperanza. No se trata, pues, de dar consejos ni consuelos. Es curar estos dolores que son los más grandes que el ser humano pueda sufrir. "Ayudar a bien morir" será una meta tanatológica cuando la muerte de un paciente está cercana, pero NO la finalidad principal.

Por lo mismo, el tanatólogo puede definirse como un "especialista en enfermos terminales", pero con finalidades específicas, ya que no se trata de un paliativista, ni de un urgenciólogo, ni de un intensivista, ni de un algólogo. La definición de lo que es el enfermo terminal, es diferente a la definición médica del término. En tanatología, un enfermo terminal es:

"Una Persona que padece una enfermedad por la que posiblemente vaya a morir en un tiempo relativamente corto y que conoce su diagnóstico". Hacemos hincapié en las palabras: Persona (ver al paciente como lo que es: Persona Humana), Posiblemente (ni siquiera probablemente), Tiempo relativamente corto (bajo el punto de vista del enfermo ó su familia), Conoce el diagnóstico (si es una enfermedad que enfrenta al paciente a su propia muerte, cambia la vida del paciente, al menos en cuanto a sus emociones y en cuanto a su visión de la vida, a partir del momento mismo de conocer el diagnóstico médico).

De esta manera, la labor tanatológica debería comenzar en el momento en que se le diga su diagnóstico al enfermo y a su familia. Lo que médicamente es enfermo terminal, en Tanatología se le llama enfermo en fase terminal.

Los objetivos de la tanatología se centran en la calidad de vida del enfermo en fase terminal, evitando la prolongación innecesaria de la vida, así como su acortamiento prematuro, propiciando una muerte adecuada, que se caracteriza por las siguientes acciones:

  • Atención al sufrimiento psicológico.
  • Atención a las relaciones significativas del enfermo.
  • Atención del dolor físico.
  • Atención al sufrimiento espiritual.
  • Atención a las últimas voluntades.
  • Atención a los aspectos legales.
 
Según la Dra. Elizabeth Kubler Ross menciona en su libro la Muerte un Amanecer las 5 fases del duelo.

Elisabeth Kübler Ross, pionera de la tanatología escribió su libro “Sobre la muerte y los moribundos”, en base a una serie de investigaciones que llevó a cabo en hospitales y al hablar de las fases del duelo, ella se enfoca más en enfermos en fase terminal, aunque también menciona la muerte.

Elisabeth Kübler Ross menciona cinco fases durante el duelo, y las llama: a) Negación y aislamiento. b) Ira. c) Pacto. d) Depresión. e) Aceptación.

Durante la primera etapa del duelo, “Negación y aislamiento”, uno se opone a la idea de que tiene una enfermedad mortal o puede ser también que el paciente se aísle del resto de la gente, reacciones consideradas como normales y como una forma de protección provisional a sí mismo, las cuales serán más tarde sustituidas por una aceptación parcial. La negación puede funcionar como un amortiguador después de una noticia tan impresionante o inesperada como ésta. Es necesario pasar por esta fase para suavizar el dolor.

La “Ira” - segunda fase - sustituye la negación que tiene el paciente, por los sentimientos de rabia, coraje, envidia y resentimiento; aquí surgen todos los por qué; los pacientes moribundos suelen quejarse por todo, todo les parece mal y es criticable, pudiendo responder después con culpa, vergüenza, dolor y lágrimas. Fase difícil pues la ira se desplaza en todas direcciones, incluso injustamente y en muchas ocasiones los que están cerca del enfermo, no se preguntan el porqué de su ira y se lo toman personal, cuando esto no es así y más bien es parte del proceso. Recomienda a quienes rodean al paciente, no reaccionar con más ira pues esto puede provocar una conducta hostil en él y aconseja, en lugar de esto, aceptar la ira irracional del afectado, entendiendo que al expresarla le ayudará a aceptar mejor su pérdida.

Elisabeth Kübler Ross llama a la tercera etapa, “Pacto” porque como el enfermo no ha sido capaz de afrontar la verdad durante la primera fase, y se ha enojado con los demás en la segunda fase, surge ahora la necesidad de querer llegar a un acuerdo para procurar superar esa desagradable vivencia por la que está pasando. Menciona Kübler Ross que durante sus investigaciones, la mayoría de los pacientes, el pacto lo hacían con Dios.

Después de haber pasado por las fases anteriores, el paciente pasa por una etapa de depresión, de tristeza profunda y todos los sentimientos anteriores pasan a ser sustituidos por una sensación de pérdida, por esto, la cuarta etapa del duelo es llamada “Depresión”. Kübler Ross recomienda que el moribundo viva este sentimiento y aconseja a las personas cercanas a éste, no alentar al enfermo a que vea el lado positivo de la situación, pues eso evitaría que el moribundo pensara en su propia muerte; sería absurdo decirle esto cuando los demás también se ponen tristes al perder a un ser querido. Si se vive esta etapa y se enfrenta el dolor que consigo lleva, al enfermo le será más fácil aceptar la realidad.

“La aceptación” (quinta fase), llega cuando todas las demás se han experimentado; el enfermo no se sentirá abatido ni enfadado por su “destino”. Sin embargo, no significa que aceptación sea sinónimo de felicidad, más bien es como si el dolor no existiera más. En esta etapa es normal que el doliente se sienta débil o cansado y por ello tenga la necesidad de dormir o descansar, aunque de diferente manera que en el proceso de depresión, ahora es con tranquilidad, muy parecido al sueño de un bebé recién nacido. Comienza a sentirse una cierta paz, pudiendo estar bien ya sea solo o acompañado, la vida se va imponiendo.
 
Fuente: http://www.tanatologia-amtac.com/
             http://es.wikipedia.org/wiki/Tanatolog%C3%ADa

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