Cuando una persona pierde sangre en gran
cantidad por un accidente o una operación, o tiene problemas de salud, puede
que sea necesario que reciba una transfusión de sangre. Sin embargo, dado que
la sangre humana es una sustancia que actualmente no se puede sintetizar, es
necesario extraerla de otra persona, es decir, un donante de sangre.
Separación de componentes
El tiempo que transcurre desde la donación de sangre hasta su
transfusión a un paciente debe ser el menor posible, estando generalmente
comprendido entre 12-14 horas.
Tras haber donado, la bolsa se somete al proceso de tipaje de la
sangre, a través del cual se identifica el grupo sanguíneo del donante. Tras
una primera clasificación, la bolsa pasa al laboratorio de fraccionamiento, y
allí se somete a un proceso de centrifugado, que permite la separación
de cada uno de sus componentes (plasma, glóbulos rojos y plaquetas).
Los laboratorios de serología
e inmunología
serán los últimos recorridos realizados por nuestra sangre. Es aquí donde la
sangre es analizada para descartar enfermedades como la hepatitis B, sida,
sífilis ó elevación de transaminasas. A partir de allí, y sólo tras haber
pasado los más severos controles de seguridad, nuestra sangre estará en
disposición de ayudar a un posible receptor.
Pacientes con necesidad de hemoderivados
El número de enfermos transfundidos cada vez es menor debido a las
técnicas quirúrgicas con las que contamos actualmente, por ejemplo, la cirugía
laparoscópica. Además de ello, los hospitales están poniendo en marcha
programas con la finalidad de ahorrar en el consumo de sangre. El problema de
hoy en día reside en el hecho de que los enfermos que requieren de una
transfusión, la necesitan en una mayor dimensión. A continuación se van a citar
los hemoderivados que podemos encontrar entre las necesidades de los pacientes
que requieren de una transfusión sanguínea:
- Hematíes: Son necesarios en situaciones en que el enfermo sufre de anemia, caso de trasplantes, politraumatismos, tras accidentes de tráfico y en enfermedades crónicas. La vida media de dicha donación es de 40 días estando en unas condiciones de temperatura entre 4-6 ºC.Hoy en día los hematíes pertenecientes a grupos sanguíneos poco usuales pueden ser congelados durante un período de 15 años.
- Plaquetas: Las plaquetas se donan a pacientes que sufren pérdidas de sangre debido a un descenso del número de plaquetas ó por un mal funcionamiento de las mismas. Se da en situaciones de quimioterapia, leucemias, trasplantes de hígado, etcétera. Se conservan durante los siguientes 5 días tras la donación a una temperatura que varía entre 20-24ºC.
- Plasma y derivados: Requerido en pacientes con quemaduras graves, enfermos hemofílicos, hepatopatías, etcétera Se puede conservar durante un año ya que puede ser congelado. Tras varios procedimientos químicos se pueden extraer a partir de él gammaglobulinas, albúmina o Factor VIII (éste último aplicado en pacientes hemofílicos para la coagulación).
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